El 91% de los hogares argentinos está endeudado y más de la mitad compra comida con tarjeta de crédito

El 91% de los hogares argentinos está endeudado y más de la mitad compra comida con tarjeta de crédito

El endeudamiento familiar en la Argentina alcanzó un nuevo pico en mayo de 2025: el 91% de los hogares mantiene algún tipo de deuda, según un informe reciente del Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE). El dato refleja un fenómeno preocupante: en vez de destinarse a bienes durables o inversiones personales, las deudas están directamente vinculadas a la subsistencia diaria, en especial a la compra de alimentos.

De acuerdo al informe, más de la mitad de los hogares recurre al crédito para pagar productos básicos. En concreto, el 58% de las deudas generadas con tarjeta de crédito corresponde al rubro de alimentos, seguido muy por detrás por indumentaria (15%) y combustible (11%).

La situación se agravó especialmente en el último año: el 73% de las deudas actuales fueron tomadas en 2024, un año marcado por la fuerte devaluación impulsada por el Gobierno de Javier Milei, una inflación acumulada del 64,99% en el primer cuatrimestre y una pérdida real del poder adquisitivo del 10,38%. En ese contexto, el crédito dejó de ser un recurso extraordinario y se volvió una estrategia estructural para millones de argentinos que ya no logran cubrir sus necesidades con sus ingresos.

El 65% de los hogares contrajo entre dos y tres deudas, un 23% sólo una y un alarmante 12% mantiene más de tres pasivos. Este último grupo creció cuatro puntos porcentuales en relación con 2024, lo que revela una mayor dependencia del financiamiento y una creciente fragmentación de la economía doméstica.

Otro dato que preocupa es el avance de las deudas impagas: el 76% de los hogares endeudados mantiene al menos una obligación en mora, ya sea simple o judicial. La instancia judicial creció 6 puntos porcentuales interanual, lo que refleja una profundización del deterioro financiero en los hogares.

Las tarjetas de crédito, tanto bancarias como no bancarias, son la principal herramienta de financiamiento utilizada (30,5%), con un incremento de 5 puntos respecto al mismo mes de 2024. En contraposición, las financieras y prestamistas informales registraron una baja significativa, posiblemente por restricciones de acceso o una percepción negativa ante sus altas tasas de interés.

Dentro del sistema bancario, el 34% de las deudas activas corresponden a refinanciaciones de tarjetas de crédito, una señal clara del ciclo de endeudamiento circular: se toma un crédito para cubrir otro. Los préstamos personales representan el 19%, los prendarios el 14% y los hipotecarios apenas el 6%.

El impacto de este escenario es contundente: el 56% de las familias endeudadas destina entre el 40% y el 60% (o más) de sus ingresos mensuales al pago de compromisos financieros. Esto significa una fuerte erosión del ingreso disponible, lo que reduce aún más la capacidad de consumo y de ahorro de los hogares.

“El endeudamiento en Argentina dejó de ser una herramienta transitoria para convertirse en un fenómeno estructural. La creciente utilización del crédito para necesidades básicas como la alimentación revela un empobrecimiento que va más allá de la coyuntura. La inflación, aunque algo estabilizada, sigue siendo alta, y la pérdida del poder adquisitivo obliga a muchas familias a vivir en emergencia financiera permanente”, concluye el informe del IETSE.

En este marco, crecen los pedidos por parte de especialistas y organizaciones sociales para que el Gobierno adopte medidas de alivio que fortalezcan los ingresos y garanticen condiciones más justas de acceso al crédito. De lo contrario, advierten, el endeudamiento seguirá profundizando la desigualdad y condenando a millones de argentinos a la exclusión financiera.

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