Este sábado se cumple un nuevo aniversario del brutal asesinato de Melani y Octavio Leguina, los hermanitos de 5 y 7 años que fueron secuestrados, torturados y asesinados en 1997, en uno de los crímenes más estremecedores de la historia criminal de Salta.
Como cada año, sus padres y familiares encabezarán un acto de homenaje y memoria en el lugar donde fueron hallados los cuerpos de los niños, cerca del cementerio de La Silleta, a las 16:30. Allí se levanta un monolito que recuerda a las víctimas, y que se convirtió en un símbolo de reclamo de justicia y dolor colectivo.
El abogado Marcelo Arancibia, quien representó a la familia Leguina en el juicio, acompañará a los padres en esta jornada de profundo significado emocional, según informó NuevoDiario.
El crimen fue esclarecido y Marcelo Torrico junto a Esteban Brandan y fueron condenado el 28 de octubre de 1999 a 25 años de prisión por los delitos de secuestro, tortura y homicidio de los menores. La pena ya se agotó en octubre de 2024, y actualmente el detenido se encuentra en proceso de acceso a la libertad, cumpliendo con las etapas previas requeridas por la ley. Brandan, su cómplice ya se encontraría en libertad.
Según explicó a NuevoDiario la jueza de Garantías N°1, Ada Zunino, Torrico debe completar un protocolo de progresividad carcelaria, que incluye salidas al patio, régimen semiabierto, libertad condicional y tratamiento psicológico obligatorio, antes de obtener su libertad plena.
Torrico, que actualmente tiene 53 años, manifestó a la magistrada su temor por la reacción social ante su inminente liberación. A pesar de tener esposa e hijos, solicitó cumplir el régimen de salidas condicionales en otra provincia para proteger a su familia.
Según un informe psicológico reciente, el condenado vive con un alto nivel de paranoia y ansiedad, agravado por un accidente cerebrovascular que sufrió en prisión, por el cual toma alrededor de 20 medicamentos diarios. Durante la mayor parte de su condena, habría permanecido aislado en una celda individual de 3×3 metros, según las autoridades, aunque muchos de forma extraoficial aseguran que sería un preso VIP.
La sociedad salteña no olvida. El caso de los hermanitos Leguina sigue provocando dolor, indignación y un reclamo persistente de justicia. A 27 años del hecho, la familia mantiene viva la memoria de Melani y Octavio, mientras que el debate sobre la posibilidad de reinserción de condenados por crímenes aberrantes vuelve a encenderse con fuerza.