Trabajadores del hospital de referencia se manifestaron este viernes en Av. Sarmiento. “Hay arneses que están desde 2013”, advirtieron.
El miércoles alrededor de las 11, un operario del Hospital Materno Infantil cayó de un techo a más de 10 metros de altura aproximadamente. El hombre se recupera de múltiples fracturas.
Ante los rumores sobre la supuesta responsabilidad del empleado, este viernes, trabajadores salieron a respaldarlo, desmintiendo categóricamente un error humano y apuntando a los equipos de seguridad del nosocomio.
“Queremos aclarar porque es injusto que, estando accidentado y de casi matarse, le echen la culpa a él, que él no se puso el equipo de seguridad”, explicó Arturo, uno de los trabajadores del área de mantenimiento, en diálogo con Aries.
Según dijo, los arneses de seguridad que deberían utilizarse en el hospital están vencidos desde 2013, y los operarios no cuentan con las herramientas necesarias para evitar accidentes. “No fue negligencia de él, en realidad no fue así, porque los equipos de seguridad no existen. Hay dos arneses que están desde 2013 y, según la ley, se vencen a los 5 o 7 años”, señaló, subrayando que las condiciones de seguridad son precarias y que esto representa un riesgo constante.
El accidente se produjo cuando el operario, que trabajaba sin la protección adecuada, cayó desde una altura de aproximadamente 12 a 15 metros. Afortunadamente, el trabajador se está recuperando y su vida no corre peligro. “Gracias a Dios nuestro compañero está bien. Fue un milagro que no le pase más nada”, añadieron sus colegas, destacando la gravedad de la situación y la necesidad urgente de mejorar las condiciones laborales.
“Siempre trabajamos así. Uno sube, trabaja y no piensa que se va a caer hasta que sucede”, concluyó, poniendo de relieve la vulnerabilidad a la que se enfrentan diariamente y la urgencia de que las autoridades tomen cartas en el asunto.
Por su parte, Guillermo Sandoval, delegado de ATE, focalizó el reclamo a las consecuencias de la recesión económica y social del gobierno nacional de Javier Milei en los servicios del Hospital Materno Infantil y la situación de arrastre desde la pandemia. “No hay plata pero eso no significa que se deje de invertir”, manifestó molesto. En tal sentido, apuntó a otros servicios como la calidad de la comida que se entrega al personal, al punto que se habría dejado de dar carne, según él, esto los obliga a buscar sus alimentos fuera del nosocomio.
Otro punto sobre el que reparó fue en los concursos para cubrir cargos vacantes. Sandoval lamentó que se designen a personal a “dedo” y no por su capacidad e idoneidad para liderar las áreas.
Retomando el reclamo por los equipos de seguridad, el delegado de ATE, alertó a las autoridades para el suministro de estos elementos a otros servicios del hospital ya que, según dijo, no solo faltan en mantenimiento.