La Prefectura Naval Argentina, bajo la dirección del Ministerio de Seguridad Nacional, emprendió una operación para supervisar el resguardo controlado de buques chinos dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del país.
Esta acción fue motivada por las adversas condiciones meteorológicas previstas en la región marítima argentina. Los buques solicitantes buscaban refugio debido a un “Preaviso de Temporal” emitido por el Servicio Meteorológico Nacional, que alertaba sobre vientos de hasta 45 nudos y olas de cinco metros de altura.
Bajo estas circunstancias, se aplicó el “Procedimiento de actuación ante solicitud de la flota pesquera extranjera para ingresar a la Zona Económica Exclusiva Argentina en busca de resguardo por condiciones meteorológicas desfavorables”.
La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar) sirvió de base legal para permitir el ingreso, lo que implicó un riguroso esquema de medidas restrictivas aplicadas por la Prefectura. Las normas estipulaban la prohibición absoluta para los buques de realizar actividades de pesca, investigación o exploración en las aguas argentinas.
Se establecieron claras directivas para los buques que ingresaron. Entre ellas destacaron la necesidad de mantener apagadas las luces propias de operaciones de pesca, asegurar que las artes de pesca permanecieran a bordo, sobre cubierta y debidamente trincadas, y la obligación de tener sus equipos de posicionamiento y comunicaciones AIS continuamente encendidos. Estas acciones tenían el objetivo de que la Prefectura pudiera monitorear en todo momento la ubicación de las embarcaciones y garantizar la seguridad marítima en caso de situación advers