La emergencia por las inundaciones en el departamento Rivadavia no ha terminado. Si bien el nivel del río Bermejo descendió, todavía hay parajes y comunidades que permanecen aisladas. El diputado Moisés Balderrama confirmó que no se puede acceder a algunos lugares debido a las condiciones del terreno.
Zonas como La Horqueta, La Esperanza y El Mulato son inaccesibles por vehículos, debido a cañadas profundas formadas por el desborde. “Todavía hay familias detrás del agua, con enormes dificultades para recibir asistencia”, advirtió el legislador.
Uno de los casos más críticos es el de la comunidad La Estrella, en Santa Victoria Este. Allí, 35 familias perdieron absolutamente todo. Fueron reubicadas en terrenos más altos, donde comenzaron a reconstruir sus vidas en medio de la precariedad, sin agua potable, energía eléctrica ni escuela.
Las condiciones de vida en el nuevo asentamiento son alarmantes. “Hay niños durmiendo bajo carpas, sin abrigo, con infecciones respiratorias, gripe y sin atención de salud. Es muy duro”, expresó Balderrama, preocupado por el inicio del clima frío en la región.
A pesar de los esfuerzos del municipio por abrir caminos y llegar con ayuda, el trabajo es lento y complejo. El aislamiento y la falta de infraestructura siguen siendo los mayores desafíos en la recuperación de las zonas más golpeadas por la crecida.