En la ciudad de Salta, una peluquería rompe con los moldes tradicionales al poner en primer plano la inclusión y el respeto por la diversidad. Se trata de “Incluyendo Estilos”, un espacio pensado especialmente para brindar atención personalizada a personas con síndrome de Down, TEA y otras discapacidades, garantizando no solo un buen corte de cabello, sino una experiencia grata y respetuosa.
Verónica Borja, impulsora de la iniciativa, es una salteña de 41 años con una sensibilidad especial. En diálogo con El Tribuno contó que la peluquería funciona a domicilio y se dedica a niños con diversas condiciones, convirtiendo el momento del corte de pelo en una experiencia positiva y adaptada a sus necesidades.
"Lo que diferencia a esta peluquería no es solo la calidad de sus servicios, sino el enfoque humano y empático con el que trabajan. Su personal fue capacitado para atender a personas con distintas condiciones, adaptando cada sesión a las necesidades específicas del cliente. La paciencia, la escucha activa y el respeto son pilares fundamentales en cada encuentro."
Ofrecen cortes, peinados y tratamientos capilares en un ambiente pensado para generar tranquilidad y confianza. “Queremos que cada persona se sienta bien, segura y valorada”, expresaron desde la peluquería, que ya se ha ganado el reconocimiento y el cariño de muchas familias salteñas.
Además de su labor diaria, el proyecto busca visibilizar la importancia de generar espacios accesibles y amables, donde la discapacidad no sea una barrera sino una invitación a construir una sociedad más justa.
Con este proyecto, Salta suma una iniciativa valiosa en el camino hacia una comunidad más inclusiva. Para contactarse con sus responsables la gente pude llamar al 3874858099 o seguirlos en redes sociales como @incluyendo.estilos.
Una iniciativa familiar
Verónica es también enfermera, aunque no ejerce actualmente. Su vocación la llevó por caminos de acompañamiento terapéutico e inclusión en escuelas, pero una pausa de cinco años por motivos de salud no logró apagar su espíritu emprendedor y su deseo de marcar una diferencia. Hace un año, finalmente pudo concretar un proyecto que le "llena el alma": una peluquería itinerante que derriba las barreras que muchos niños enfrentan al visitar una peluquería tradicional.
"Sabemos que para los padres es muy frustrante llevarlos a una peluquería, porque el chico se planta en la puerta", explica Verónica con una comprensión palpable. "Hay chicos que son muy sensoriales, con sensibilidad auditiva o al tacto, y todo eso les genera una gran incomodidad", detalló.
Junto a su marido, Rafael Martínez, barbero de profesión a quien sumó a esta causa contagiado por su sensibilidad y conexión con los niños, Verónica lidera un equipo de cuatro personas que llegan hasta los hogares de sus pequeños clientes. "Lo animé, lo empujé a que trabajara conmigo, a que se sumara conmigo. Le terminó gustando, estamos felices con lo que hacemos", comenta con una sonrisa que trasluce su satisfacción.
La metodología se basa en la paciencia, el juego y la generación de confianza. "Trabajamos mediante el juego, la confianza, la parte lúdica. Hago que el niño entre en confianza y luego procedemos al corte, entre que jugamos y jugamos", detalla Verónica, resaltando la importancia de crear un ambiente relajado y seguro para los niños.
La logística del servicio a domicilio se organiza por zonas, optimizando tiempos y costos para el equipo, quienes se movilizan en su propio vehículo cargado con todo lo necesario. Esta modalidad también permite a los padres involucrarse en el proceso, sirviendo habitualmente de modelo para sus hijos. "Tengo clientes que se corta el papá y ponen la silla al frente y se corta el hijo. Estoy hablando de un nene con autismo, con un TEA, con algún diagnóstico. Entonces él ve, copia, porque muchas veces ellos hacen todo por imitación. Entonces sabe que el papá se está cortando y que no pasa nada, entonces él accede a cortarse", señala Verónica.
La constancia es clave para el éxito de esta iniciativa. Verónica pide a los padres que el corte de pelo se convierta en una rutina mensual para evitar largas sesiones que puedan generar estrés en los niños. "La idea esto no sea algo que a ellos les moleste, perturbador, que no quieran saber nada con una peluquera. Es más, no quiero que me digan peluquera, sino Vero".
El futuro de "Incluyendo Estilos" se vislumbra prometedor. Próximamente, Verónica y su equipo inaugurarán un espacio físico totalmente adaptado para sus clientes especiales. "Vamos a tener un lugar físico para trabajar exclusivamente con ellos, un lugar ambientado para que el que quiera venir pueda hacerlo, y el que no, nos puede seguir llamando para ir a domicilio", contó con entusiasmo. Este nuevo espacio permitirá focalizar aún más la atención en las necesidades únicas de cada niño, creando un ambiente donde se sientan comprendidos y seguros.
Verónica Borja y su equipo representan un faro de esperanza para muchas familias salteñas. Su dedicación y amor por los niños con condiciones especiales transforman un acto tan simple como cortar el pelo en una experiencia inclusiva, respetuosa y, sobre todo, llena de cariño. Su historia es un testimonio de cómo la pasión y la empatía pueden generar un impacto positivo y significativo en la comunidad.