El sistema de Villa Palacios registró un comportamiento “alarmante”, según Assennato. Aunque está en prueba, ya evidencia que miles de conductores conducen distraídos y sin cinturón.
En Día de Miércoles, el secretario de Tránsito de la Municipalidad de Salta, Matías Assennato, confirmó que una nueva cámara instalada en el puente Villa Palacios (Avenida Paraguay), registra cada día alrededor de 1.000 casos de conductores manipulando el celular o circulando sin cinturón de seguridad. Según explicó, el sistema aún está en etapa de prueba, pero ya revela “el enorme riesgo vial” que representan estas conductas.
Assennato aclaró que las fotomultas no se asignan de manera automática ni arbitraria: “Al infractor le llegan las infracciones que cometió. No es que uno pasa frente a la cámara y le llega una multa. Le llega al que se estaciona mal, al que supera la velocidad, al que cruza en rojo o al que maneja alcoholizado”, detalló.
El funcionario remarcó que la cámara de semáforo solo registra cuando un vehículo no termina de cruzar la intersección antes de que la luz cambie a rojo, y recordó que las normas son claras: “En amarillo uno debe detenerse. Buscamos una conducción defensiva; eso nos haría mejores conductores”, insistió.
Assennato explicó que cualquier conductor puede apelar si considera que fue multado de manera incorrecta: “Tiene 45 días desde que recibe la infracción para explicar que pasó en amarillo. La cámara registra los segundos desde el inicio del amarillo y la distancia recorrida. Puede obtener la absolución o deberá pagar la sanción”, precisó.
El dato más alarmante, según Assennato, proviene de la nueva tecnología instalada en Villa Palacios: “Tenemos una cámara que detecta a quienes van conduciendo y mirando el celular. Es muy clara y nítida: se ve cuando la persona manipula el teléfono o cuando no usa el cinturón”, explicó.
Aunque aún no está aplicando multas, la cámara ya revela un comportamiento masivo y peligroso: “Solo esta cámara toma 1.000 infracciones por día. No es que 1.000 personas cometan una falta menor: son 1.000 personas que, si tienen un siniestro sin cinturón, pueden sufrir consecuencias graves o provocarlo por mirar el teléfono”, advirtió.
Assennato insistió en que el objetivo no es recaudar, sino reducir siniestros viales: “No se trata de multar por multar. Se trata de evitar tragedias. Mirar el celular o no usar el cinturón es ponerse en riesgo uno mismo y poner en riesgo a los demás”, cerró.

