Pedro Arancibia, querellante de la familia de Jimena Salas, afirmó que las pericias psicológicas arrojaban una personalidad narcisista, egocéntrica y manipuladora.
La muerte de Javier Saavedra, ocurrida este lunes, sorprendió a gran parte de la sociedad al saber que este martes debía sentarse en el banquillo de los acusados junto a sus dos hermanos por la muerte de Jimena Salas. Con el juicio ya programado para este 24 de septiembre, desde la querella no fue sorpresa la actitud que tomó el hombre ya que, de las pericias psicológicas, daban cuenta que era una persona psicópata con tendencias suicidas.
Pedro Arancibia, en declaraciones a la prensa afirmó: “La conducta es compatible con el perfil psicológico que arrojaron las pericias. Es un psicópata, narcisista, egocéntrico y manipulador donde las tendencias suicidas van de la mano”. A su vez, aclaró que esta noticia no debe tapar el verdadero hecho original que es la muerte de Jimena Salas y donde hay una familia que aún espera justicia.
El abogado querellante afirmó que Saavedra se habrá sentido acorralado por la gran cantidad de pruebas que había en su contra y decidió no asumirlas “cobardemente”. El letrado indicó que espera los informes del fiscal que investiga esta muerte y se determinará si hubo negligencia o no por parte del personal de la Alcaidía General. “Hay que ver si alguien no lo asistió proveyéndole algún elemento punzocortante”, dijo Pedro Arancibia.
Finalmente el abogado recordó que Javier Saavedra tenía en su contra la imputación de tentativa de homicidio en perjuicio de un policía cuando era trasladado en un móvil policial desde Santa Victoria Este, lugar donde había sido detenido por el caso de Jimena Salas. “El intentó ahorcar al uniformado de nombre Ariel Mariano Guantay cuando se sacó el cinturón de seguridad”, explicó.