Un episodio de extrema violencia se vivió en el barrio 20 de Febrero, donde un abuelo de 87 años fue víctima de un ataque brutal. El hombre, que aún trabaja como plomero para sobrevivir, fue interceptado por delincuentes que intentaron arrebatarle su bicicleta, único medio de transporte. En medio del forcejeo, fue arrastrado violentamente por la calle.
El ataque ocurrió en la intersección de calle O’Higgins y Martín Cornejo, en horas de la mañana, cuando el hombre se dirigía a cumplir con un trabajo. Vecinos del lugar relataron haber escuchado sus gritos mientras los agresores lo empujaban y forcejeaban con él. Se trata de una zona donde los delitos vienen en aumento, con robos de motos y asaltos frecuentes, en medio de un clima de creciente inseguridad.
El anciano intentó resistirse a perder su bicicleta, que no solo usa para trasladarse, sino también como herramienta para seguir trabajando ante una jubilación que no le alcanza. Según los testimonios, el 911 fue alertado de inmediato, pero la asistencia nunca llegó a tiempo. Dos horas después del hecho, un patrullero pasó por la zona sin brindar información ni respuestas claras.
Los vecinos aseguran que no es la primera vez que sucede un hecho tan violento, y que este ataque marca un nuevo nivel de crudeza en la delincuencia local. Denuncian que, aunque hay un destacamento policial en las inmediaciones, rara vez hay efectivos presentes o patrullajes preventivos. El abandono del barrio se siente en cada esquina, y el temor crece entre los residentes
Mientras el abuelo se recupera de las heridas físicas y emocionales, la comunidad se organiza para reclamar por más seguridad. Las críticas apuntan también al gobierno provincial, por promesas incumplidas en materia de prevención del delito. El barrio 20 de Febrero, cada vez más desprotegido, clama por respuestas y acciones concretas ante una violencia que ya no distingue edad ni hora. Informa Voces Críticas.