No quedan detenidos por el derrumbe del hotel en Villa Gesell: liberaron al arquitecto y al contratista

No quedan detenidos por el derrumbe del hotel en Villa Gesell: liberaron al arquitecto y al contratista

La Justicia dispuso que lo últimos dos arrestados recuperen su libertad. Sin embargo, deberán presentarse en la comisaría todos los meses y se les prohibió viajar al exterior.

La Justicia excarceló a los dos últimos detenidos que quedaban por el derrumbe del Hotel Dubrovnick en Villa Gesell. Estos últimos en ser liberados son el arquitecto Jorge Enrique Bonavita y el contratista Rubén Taquichiri.

El juez de Garantías N°6 de Dolores, David Mancinelli, dispuso este viernes que fuesen liberados, pero quedarán sometidos a proceso, como explicó el periodista de TN Rodrigo Alegre, ya que se determinó no están en calidad de entorpecer la investigación o fugarse.

Bonavita y Tquichiri tienen prohibido salir del país y también les impuso un régimen de presentación en la seccional policial de Villa Gesell durante los primeros días de cada mes por cuatro meses aproximadamente. Para la Justicia, ambos tenían mayor responsabilidad porque eran quienes daban las órdenes y estaban dentro de la obra en un principio, pero hasta ahora, la fiscalía no encontró ningún documento que los acreditara que estaban a cargo, sino que aparecían otras personas, detalló el periodista.

Eran seis los detenidos en la causa: Jorge Bonavita, Celso y Sergio Paco (padre e hijo), Miguel Andrés Choque Juchani, Diego Alberto González y Rubén Taquichiri.

Primero fueron liberados los albañiles González y Choque, quienes trabajaban en las reformas en el hotel y lograron salir ilesos en la tragedia. Ambos dormían en el sector delantero, debajo del comedor, una zona que no fue afectada por el derrumbe.

Luego, excarcelaron a Celso y Sergio Paco, los capataces que estaban a cargo de rotar a los obreros. Paco padre los comandaba y el hijo les pagaba de manera informal. De acuerdo con la investigación, los Paco facturaban como contratistas con la empresa Parada Liniers. Ambos declararon como testigos en el expediente.

A una semana del derrumbe en el Hotel Dubrovnik en Villa Gesell se conoció el video que muestra cómo era el trabajo de los albañiles en el lugar un día antes de que el edificio se desplome.

En las imágenes, difundidas por Mediodía Noticias (eltrece), se puede ver cómo cuatro trabajadores realizaban tareas en lo que aparenta ser el exterior de la planta baja. Se observa una gran cantidad de escombros en el piso que corresponden a las columnas de ese sector que fueron derrumbadas.

La filmación, obtenida de uno de los celulares secuestrados, muestra que mientras dos de los albañiles se centraban en tirar un sector en particular, con picos y taladros, otros dos conversaban en el fondo mientras tomaban una bebida. El video dura apenas algunos segundos, pero es clave para los investigadores para entender cómo se desencadenó la tragedia.

Hasta el momento no se pudo determinar cuál fue el motivo del derrumbe, pero desde el Municipio de Villa Gesell confirmaron que en el lugar se estaba realizando una obra que no estaba aprobada.

Si bien el edificio contaba con el permiso para realizar tareas en la parte delantera, el hueco del ascensor y reformas como cambios de piso, revestimientos, pinturas, cambios en los baños y reformas menores, no lo tenía para realizar modificaciones estructurales. Inclusive, el mismo Municipio había ordenado la paralización de la obra en agosto.

La semana pasada, uno de los contratistas que trabajó en el hotel que se derrumbó en Villa Gesell declaró ante la fiscal que investiga el trágico hecho y brindó un testimonio clave para el avance de la causa. “Fui notificado de la paralización de la obra en agosto, le dije al dueño y al arquitecto, pero me dijeron que siguiera con la obra: ‘No paremos hasta que venga una orden de arriba’”, dijo ante Verónica Zamboni.

El hombre también precisó que de junio a septiembre realizaron cambios de ventanas y puertas. Además, pintaron las habitaciones del piso uno al seis. “No tocamos nada. El dueño se llama Antonio, venía una vez por semana y después una arquitecta, María Paula, que venía de vez en cuando porque estaba de vacaciones”, aclaró.

Uno de los hombres que habían sido detenidos, Celso Pérez, le dijo a la fiscal que ellos nunca se ocuparon de otras obras más que de las refacciones superficiales. “Nosotros nunca tocamos una viga ni una columna. Solo colocábamos los premarcos, nos hicieron cambiar puertas de lugar en el baño del departamento dos. Lo último que estábamos haciendo era pintar todos los departamentos, del uno al seis, no teníamos nada que ver con la obra del ascensor”, sostuvo.

También mencionó que pensó que los balcones “se podían caer” y que en algunas partes “había rajaduras” como también problemas en los revoques. “Los pintores lo tapaban con masilla”, explicó. “Para mí el edificio trabajó de abajo. Las nuevas aberturas de aluminio eran muy pesadas y capaz eso lo afectó”, declaró. “Nosotros no somos culpables, siempre trabajamos bajo las órdenes del arquitecto y la arquitecta”, remarcó Pérez quien fue el encargado de firmar el acta de la Municipalidad que exigía el cese de la obra.

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