En virtud del pacto, el Reino Unido aceptará que Mauricio, en la costa suroriental africana, sea soberano sobre el archipiélago de Chagos.
El gobierno laborista del Reino Unido anunció ayer que alcanzó un acuerdo con la República de Mauricio para traspasarle la soberanía del archipiélago de Chagos, que incluye 55 islas -entre ellas Diego García- y que la nación del Índico reclamaba desde que dejó de ser colonia británica en 1968. El acuerdo permitirá a los británicos mantener una base militar conjunta con los Estados Unidos.
El caso podría sentar un precedente y sumar un argumento más para la defensa de la Argentina en su reclamo por las Islas Malvinas. Para distintos especialistas, los casos de Chagos y Malvinas presentan características similares.
Principalmente porque en ambas situaciones se trata de un territorio usurpado a otro Estado (Mauricio y Argentina), porque en Malvinas se desalojó a la población originaria en 1833, y hay una población (isleños con ciudadanía británica) que no constituye un pueblo con derecho a la autodeterminación.
El primer ministro británico, Keir Starmer, y su par de Mauricio, Pravind Kumar Jugnauth, indicaron en un comunicado que el acuerdo, cerrado tras dos años de conversaciones, culminará en un tratado que se completará "lo antes posible".
En virtud del pacto, el Reino Unido aceptará que Mauricio, en la costa suroriental africana, sea soberano sobre el archipiélago. No obstante, durante un período inicial de 99 años, el Reino Unido podrá ejercer los derechos soberanos sobre Diego García "necesarios para garantizar el funcionamiento continuo de la base hasta bien entrado el próximo siglo".
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, elogió el acuerdo y el mantenimiento de la base militar conjunta en Diego García. "Aplaudo el acuerdo histórico y la conclusión de las negociaciones", afirmó Biden en un comunicado, respaldando los términos empleados por el gobierno británico de que el sitio militar conjunto "desempeña un papel vital en la seguridad nacional, regional y global".
Oportunamente, el Reino Unido deportó a unos 2.000 residentes de Chagos a Mauricio y las Seychelles para dar paso a la base, mientras que la primera isla denunciaba "ocupación ilegal".
En 2019, la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, aconsejó al Reino Unido que renunciara al control de las islas. La entrega obtuvo apoyo internacional y la Asamblea General de la ONU votó a favor de la retirada del país europeo.
Las negociaciones se llevaron a cabo con la asistencia de Estados Unidos e India, "y con la intención de resolver todas las cuestiones pendientes entre el Reino Unido y Mauricio relativas al archipiélago de Chagos y sus antiguos habitantes", dice la nota emitida por el Ministerio de Exteriores de Londres. El tratado "abordará los errores del pasado" y expresará "el compromiso de apoyar el bienestar de los chagosianos".
El tratado también dispondrá que el Reino Unido aporte un pago anual durante la duración del acuerdo y subvencione la construcción de infraestructuras para el desarrollo económico de la ex colonia.
En 2017, la Argentina hizo una presentación acompañando la postura de Mauricio, como un caso en el que la separación de un territorio tensiona y violenta los mismos principios que están en disputa en el reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas, Sandwich del Sur y Georgias del Sur, según señaló en 2022 el abogado Omar Ruiz, magister en Relaciones Internacionales.
En ese sentido, el profesional mencionó que cuando la Corte Internacional de Justicia ordenó restituir una parte del territorio que fue ocupado ilegalmente por el Reino Unido, considerado por Mauricio como invasor colonial ilegal, a otro Estado, aun cuando ese Estado tiene origen de autodeterminación, significa un aval al principio de integridad territorial, y constituye un destacadísimo antecedente para invocarlo en el caso Malvinas