“Nosotros rechazamos la diversidad de identidades sexuales, que no se alinean con la biología, son inventos subjetivos”, dijo el ministro de Justicia
El ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, expuso ante la Comisión de Mujeres y Diversidad de la Cámara de Diputados sobre las políticas del gobierno nacional para abordar la problemática de la violencia de género y sobre el cierre del Ministerio de la Mujer.
En una reunión que tuvo algunos momentos de tensión por los gritos de algunas personas que ingresaron invitadas por la bancada oficialista, Cúneo Libarona detalló qué fue lo que encontró cuando el ex Ministerio quedó bajo su órbita.
En ese sentido, detalló que había más de 1.000 empleados, “de los cuales solo 70 trabajaban de forma permanente”, mientras que los 930 restantes operaban a través de Zoom sin una clara definición de sus funciones ni contratos en orden, muchos de ellos nombrados poco antes del cambio de administración. Esta estructura “inoperante” contrastaba con las altas cifras de violencia de género, que lejos de disminuir, habían aumentado.
En cuanto al uso de los recursos, el ministro señaló que en 2023 se gastaron 8 mil millones de pesos, sin resultados tangibles en la prevención y asistencia de las víctimas. “No se brindaba acompañamiento, asesoramiento adecuado ni atención psicológica a las víctimas de violencia”, dijo. Además, apuntó la superposición de tareas: “En CABA existen 31 organismos que hacen exactamente la misma tarea, desde las Fiscalías hasta las Procuraciones hasta distintos departamentos del Estado. En el mismo ministerio también había superposición de tareas”.
Uno de los ejemplos más ilustrativos de la mala gestión fue el programa Menstruar, en el que se adquirieron miles de copas menstruales sin justificar su compra, y el 90% de ellas estaban compradas antes de la creación del programa. Además, “nunca se presentó un informe de gestión sobre el mismo”.
En cuanto al uso ineficiente de los fondos, puso como ejemplo un proyecto en la calle Cochabamba, que debía albergar a 800 personas: “Quedó inconcluso en un 56% de su construcción, a pesar de haberse invertido cantidades significativas de dinero”.
“Este fue uno de los argumentos que motivaron el cierre del Ministerio de la Mujer, al considerar que no cumplía con sus funciones”, concluyó.
A partir de estos “hallazgos”, el gobierno actual propone un cambio sustancial en la política de género. “Vamos a respetar las normas pero no vamos a tener organismo que no tengan utilidad como el Ministerio de la Mujer o el INADI”, declaró Cúneo Libarona. Subrayó que se alejarán de enfoques de género para priorizar otros valores como la familia.
“Se acabó sólo el género, nosotros vamos por otros valores, nosotros vamos por la familia. La familia es el centro de la sociedad y la educación. Los valores familiares tradicionales son el amor, la unión, el trabajo, el estudio, la igualdad ante la ley. Promover los símbolos patrióticos, respetar y honrar a nuestros próceres. Esto resulta central para la armonía y la cohesión social. Nosotros rechazamos la diversidad de identidades sexuales, que no se alinean con la biología, son inventos subjetivos”, dijo.
Estas palabras generaron un intercambio con la diputada radical que le recriminó que deje de exponer sus posturas personales. “Usted está obligado a respetar las leyes vigentes. Lo que necesitamos es que usted estudie”, arremetió Carrizo.
El ministro luego pasó a leer extractos de discursos del presidente Javier Milei, que a su entender resumen la postura del gobierno nacional: “La violencia debe ser castigada sin importar el género del destinatario y recalcó que el Ministerio de la Mujer representaba un gasto innecesario”.
Las palabras de Milei, leídas por el funcionario, levantaron nuevamente protestas entre los presentes. Allí entra en escena Marcelo Ruiz, uno de los asesores más importantes de Cúneo, para hacer un comentario en privado. Sin percibir que todavía tenía el micrófono encendido, el ministro se justificó: “No, boludo, esto está textual del discurso de Milei”.
Al momento de las preguntas, el diputado Maximiliano Ferraro lamentó que al ministro “solo le faltó decir que (las identidades sexuales que no se alineen con la biología) están enfermos”.
“Usted ha dicho una barbaridad, que desconoce las leyes que han ampliado derechos en los últimos 15 años en la Argentina”, continuó Ferraro y le preguntó qué implica ese “rechazo” en términos de políticas públicas. Y continuó: “Usted no puede desconocer, Ministro, que ser gay -como lo soy- lesbiana, travesti, transexual, en los ´90, pero también en principios de los 2000, y en la actualidad, estuvo siempre asociado a la ignominia, a la discriminación en nuestras casas, en los ámbitos laborales, en el ámbito de la política, que muchas veces tuvimos que enfrentar asimetrías en la relación en términos de la desigualdad y también en el trato, usted no lo puede desconocer. Se lo digo de corazón y con sinceridad, porque usted es la máxima autoridad del Ministerio de Justicia y usted ha dicho una barbaridad”.