En Orán atendieron a un ciudadano boliviano que había ingerido más de 40 cápsulas. Sin embargo, el hombre debía abonar más de $5 millones por el servicio y escapó.
Desde marzo de este año la provincia de Salta marcó una agenda impensada en la Argentina. Desde ese mes, por una orden provincial, los extranjeros no residentes tienen que pagar por la atención médica en los hospitales públicos. Durante estos meses, desde que se hizo efectiva la medida, la cantidad de consultas, tratamientos médicos e internaciones disminuyera un 90%.
Como era de esperar esta decisión provocó algunos problemas, como por ejemplo, el escándalo que hizo una mujer boliviana que se negó a pagar por la atención médica durante su embarazo y parto, y muchos otros que insultaron a los administrativos del hospital cuando les dieron la factura de los gastos para que pasen a pagar por la administración antes de irse.
A diferencia de lo que pasa en Bolivia, la atención médica no se le niega a nadie que no deposite una suma importante antes de la atención de urgencia o que no tenga cobertura. En la provincia de Salta se atiende la emergencia, pero una vez superada esa instancia, el paciente extranjero no residente o su familia tienen que pagar los gastos.
Virgilio Flores Choque es un ciudadano boliviano y tiene 43 años. El 18 de julio un remis frenó bruscamente en la puerta del hospital San Vicente de Paul de la ciudad de Oran, en Salta, y el conductor abrió una de las puertas del auto, tiró a Flores Choque a la vereda y se fue.
Este hombre era una “mula”, un pasador de cocina que había tragado cápsulas horas antes de cruzar la frontera. Había ingerido más de 40 cápsulas y, evidentemente, una o más de una, se abrieron provocando una crisis que estaba llevando a ese hombre a la muerte en cuestión de minutos. Los médicos del hospital lo sacaron de dos paros cardíacos y lograron sacarle todas las cápsulas en una operación larga y delicada. Estuvo varias semanas internado, pero lo que pasó durante y después fue increíble.
“Después de sacarle placas y comprobar que tenía más de 40 cápsulas adentro de su cuerpo, tomé contacto con la Fiscalía Federal y con Gendarmería. También se hizo presente la gente de drogas peligrosas y la policía de la provincia. Ahí se hicieron cargo del procedimiento. El paciente tuvo su postoperatorio en terapia intensiva, porque su situación de vida era crítica. Estuvo con asistencia respiratoria mecánica y después tuvo una evolución favorable”, explicó el Dr. Fabián Valenzuela, director del Hospital de Oran.
Unos días más tarde, cuando el paciente avanzó en su recuperación, fue trasladado de la terapia intensiva a una habitación común. Si bien las autoridades del centro de salud solicitaron custodia de Gendarmería, se la negaron porque no existía una imputación contra el hombre al que le extirparon droga del cuerpo. Argumentaban, insólitamente, que como el hombre no había sido detenido en un operativo de seguridad, no había motivo para custodiarlo ni detenerlo.
Al no haber una causa penal, a la hora de darle el alta se le informó al recientemente operado que debería abonar $5 millones y medio. El hombre contestó con tranquilidad: “Me parece correcto, ya bajo a pagar lo que corresponde”. Unos minutos después se dio a la fuga.