El Tribunal de la Sala V de Salta condenó al acusado a la pena de 14 años de prisión por el delito de homicidio agravado por el vínculo mediando circunstancias extraordinarias de atenuación. Será incorporado al Banco de Datos Genéticos.
El Tribunal integrado por los jueces Martín Pérez, Mónica Faber y Marcelo Rubio, dio a conocer el veredicto en el juicio contra Miguel Ángel Ajalla, imputado por el delito de homicidio calificado en perjuicio de su ex pareja, Elisandra Condorí.
En el fallo se le impuso una pena de 14 años de prisión efectiva que deberá cumplir en la Unidad Carcelaria 1 y se dispuso la extracción de material genético del imputado por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato Único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.
Durante los alegatos, el fiscal penal Pablo Paz solicitó para el acusado la pena de prisión perpetua y que sea sometido a tratamiento profesional por su adicción al alcohol.
En tanto, el defensor solicitó su absolución por el beneficio de la duda y su inmediata libertad, fundamentando que a por su adicción al alcohol, Ajalla actuó en estado de inimputabilidad.
Los hechos
Miguel Ángel Ajalla fue condenado por un hecho ocurrido el 24 de marzo de 2018 en su domicilio, en Cobos, en el contexto del festejo de los 15 años de una de las hijas del imputado y la víctima.
Ajalla y Condorí llevaban alrededor de un mes y medio separados. La víctima se había mudado de la vivienda familiar porque había iniciado una relación amorosa con otro hombre.
Según manifestaron los testigos consultados, el imputado había estado ingiriendo bebidas alcohólicas desde el mediodía. Por la tarde, Ajalla y su expareja habían discutido debido a que el acusado había querido revisarle el celular, pero la fiesta siguió su curso. Alrededor de las 1.30, la víctima se dirigió a una de las habitaciones de la casa a buscar una campera. Momentos después se escucharon gritos provenientes de ese lugar. Los hijos de Condorí corrieron en su ayuda pero la puerta estaba trabada por dentro. Lograron forzarla y, al ingresar, vieron a la víctima en el piso, ensangrentada, mientras el imputado permanecía de pie a su lado, sosteniendo un cuchillo.
Elisandra Condorí falleció a causa de shock hipovolémico debido a una lesión vital en el ventrículo izquierdo.