Gastón Burlón, exsecretario de Turismo de Bariloche, fue baleado en Río de Janeiro mientras viajaba con su pareja, Nadia Loza, secretaria de Turismo de Salta, y sus hijos. El ataque ocurrió al ingresar por error a una zona peligrosa. Su estado es crítico.
Un dramático episodio conmociona a Salta y a Bariloche: Gastón Burlón, exsecretario de Turismo de Bariloche, fue baleado en Brasil mientras viajaba junto a su pareja, Nadia Loza, secretaria de Turismo de la provincia de Salta, y sus hijos. El hombre se encuentra en estado crítico.
El hecho ocurrió este jueves en Río de Janeiro, en las inmediaciones del icónico Cristo Redentor. Según las primeras informaciones, tras visitar el famoso monumento, la familia habría tomado por error un camino peligroso que conduce al morro conocido como Morro dos Prazeres, en el barrio de Santa Teresa. Esta área, dominada por el Comando Vermelho, una de las principales organizaciones criminales de Brasil, sigue siendo considerada de alto riesgo a pesar de estar supuestamente "pacificada".
El error habría sido provocado por indicaciones del GPS del vehículo en el que viajaban, un Volkswagen Taos modelo 2023. En el trayecto, el auto fue interceptado, y Burlón recibió al menos dos disparos: uno en el pecho y otro en la cabeza. La familia fue testigo del ataque y se encuentra brindando declaraciones en una comisaría local.
Burlón, de 51 años, fue trasladado de urgencia al Hospital Municipal Souza Aguiar, donde está siendo intervenido quirúrgicamente. Su estado de salud es extremadamente delicado, y los médicos luchan por salvarle la vida.
El lamentable suceso ha generado gran conmoción tanto en Argentina como en Brasil. La comunidad turística de Bariloche, donde Burlón es ampliamente conocido por su labor, y en Salta, preocupados por la situación de la funcionaria provincial, han expresado su solidaridad con la familia.
La investigación está en curso y las autoridades locales trabajan para esclarecer los detalles del ataque. Este caso pone nuevamente en el foco la inseguridad que afecta a las favelas de Río de Janeiro y el riesgo que enfrentan los turistas que, por error o desinformación, ingresan en estas zonas.