El Frente Justicialista Salteño no consiguió ni una sola banca en la legislatura provincial y solo obtuvo una banca en el Concejo deliberante en San Lorenzo. La intervención del PJ local, impulsada por Crisitina Kirchner, Sergio “Oso” Leavy y Emiliano Estrada, generó resistencias internas y terminó en un tremendo revés electoral.
¿Fue esa intromisión un factor decisivo en la derrota?
En las elecciones legislativas del domingo 11 de mayo, el kirchnerismo sufrió un duro revés en el departamento Capital de Salta. Representado por el Frente Justicialista Salteño, el espacio no logró ingresar ni un solo legislador a la Legislatura ni concejal al Concejo Deliberante de la ciudad de Salta. Su único logro fue la obtención de una banca en el Concejo Deliberante de San Lorenzo, dentro del mismo distrito.
En la categoría senador provincial por Capital, el candidato del Frente Justicialista fue Guido Giacosa Fernández, quien obtuvo apenas un 6,52% de los votos, quedando en tercer lugar y muy lejos del primero. Para diputados provinciales, compitieron dos listas referenciadas con el kirchnerismo: Ramón “Rana” Villa, por el Partido de la Victoria, que alcanzó un 3,7% y se ubicó séptimo; y Lía Caliva, por el Partido del Trabajo y del Pueblo (PTP), que obtuvo 2,83%. Ninguno de los dos logró acceder a una banca en la Cámara.
En tanto, el Frente Justicialista tampoco consiguió representación en el Concejo Deliberante de Salta Capital, donde se renovaban once bancas. Por el contrario, La Libertad Avanza se consolidó como la fuerza más votada: ganó la senaduría, obtuvo mayoría en el Concejo y cosechó un importante caudal de votos para la categoría de diputados.
En ese contexto, la intervención del Partido Justicialista de Salta, dispuesta semanas antes de la elección por el Consejo Nacional del PJ, sumó ruido al ya fragmentado escenario opositor. La medida, promovida por sectores kirchneristas, buscó desplazar a la conducción local y reorganizar el partido bajo el liderazgo de Emiliano Estrada, diputado nacional y dirigente con cargos en el PJ nacional.
Sin embargo, Estrada arrastra una causa judicial en la justicia federal por presunta administración de una red de desinformación financiada con recursos públicos, lo que socavó su autoridad política y generó fuertes resistencias internas. La intervención no solo fue rechazada por dirigentes del justicialismo salteño, sino que también pareció profundizar el rechazo del electorado capitalino, que castigó con el voto la injerencia nacional.
El resultado fue rápidamente capitalizado por el gobernador Gustavo Sáenz, quien sin mencionar directamente a Cristina Fernández de Kirchner, Sáenz ironizó tras el cierre de los comicios: “Quiero agradecerle al PJ intervenido… no sacaron ni un diputado”.
Y añadió con dureza: “Que se den cuenta que a los salteños no nos dicen desde Buenos Aires lo que tenemos que hacer”.
Las declaraciones buscaron reforzar la idea de autonomía política frente al centralismo porteño, y a la vez deslegitimar el intento de imponer liderazgos desde el kirchnerismo nacional.
Con estos resultados, el Frente Justicialista Salteño queda fuera de los principales espacios legislativos del departamento, sin representación en Salta Capital y con presencia reducida a una banca en San Lorenzo. La Libertad Avanza, en cambio, gana terreno, el oficialismo provincial reafirma su poder y el PJ local se enfrenta a una de sus mayores crisis de conducción y legitimidad electoral.
En este escenario, surge una pregunta inevitable: ¿fue la intervención partidaria y la figura de Emiliano Estrada un factor determinante en la derrota del kirchnerismo salteño?