El titular del Sindicato de Empleados de Comercio de Salta advirtió sobre el difícil momento que atraviesa el sector: caída en las ventas, preocupación por el empleo y el impacto del comercio ilegal en el norte provincial.
“Del sector privado, el comercio es el más populoso, con más afiliados. En Salta, tenemos alrededor de 18.000 empleados de comercio registrados en tiempo y forma”, informó César Guerrero, secretario general del gremio, en diálogo con Aries. A nivel nacional, señaló que el sindicato llegó a tener 1.100.000 afiliados, aunque ese número hoy ronda los 850.000. Aun así, advirtió que “hay mucho empleo negro que no está registrado y también presta tareas en el sector”.
Guerrero sostuvo que el comercio fue uno de los sectores más golpeados desde la pandemia, situación que se ha agravado con la inflación y la inestabilidad económica. “El cierre y apertura constante de negocios, sumado a la caída del poder adquisitivo, afecta tanto a los clientes como a los empleadores”, expresó. Según indicó, las ventas actuales “no reflejan los parámetros normales que un negocio necesita para funcionar”.
El dirigente también señaló que la incertidumbre impacta directamente en las fuentes de trabajo. “Los compañeros se ven afectados por la poca venta y la inflación. Hay una preocupación creciente en todos los frentes”. Además, apuntó contra el comercio informal y el contrabando en la frontera: “Esto castiga muchísimo al comercio tradicional, sobre todo en Orán y Tartagal”.
Finalmente, Guerrero reconoció que la situación actual es crítica, pero no pierde el optimismo. “Lógicamente uno siempre tiene que pensar y tener esperanza de que esto se componga. Pero por hoy, el panorama no es el mejor”.