La Policía de Santiago del Estero enfrenta una crisis interna tras la revelación de que 62 de sus agentes dieron positivo en exámenes toxicológicos.
La Policía de Santiago del Estero enfrenta una crisis interna sin precedentes tras la revelación de que 62 de sus agentes dieron positivo en exámenes toxicológicos recientes. El escándalo se desencadenó luego de que se confirmara que una proporción de los oficiales consumía marihuana y cocaína.
Esto, desde ya, generó preocupación sobre la integridad y la capacidad operativa de la fuerza de seguridad. Los exámenes realizados, que se llevaron a cabo en dos fases, arrojaron resultados alarmantes. En el primer estudio, realizado hace dos meses, se seleccionaron al azar 190 agentes, de los cuales 33 resultaron positivos.
Este hallazgo inicial ya había encendido las alarmas, pero el segundo examen, efectuado hace dos semanas, reveló que 29 agentes adicionales también estaban involucrados en el consumo de sustancias prohibidas.
Como respuesta a estos resultados, las autoridades provinciales tomaron medidas drásticas. Los 62 agentes implicados han sido puestos en disponibilidad preventiva, separados temporalmente de sus funciones dentro de la fuerza. Además, se les ha retirado la pistola reglamentaria y la credencial, marcando una clara señal de la gravedad de la situación.
El contexto financiero también se ha visto afectado. Los agentes afectados recibirán únicamente el 50 por ciento de sus haberes mientras se lleva a cabo un sumario administrativo. Este procedimiento se prolongará hasta obtener los resultados de una contraprueba, que se realizará en el laboratorio del Ministerio Público Fiscal. Este sumario tiene como objetivo determinar las acciones correctivas necesarias y establecer la responsabilidad de cada uno de los implicados.
Proyección de futuro y evaluaciones
Santiago del Estero cuenta con una fuerza policial compuesta por aproximadamente 8.700 efectivos. Ante la magnitud del problema, las autoridades han decidido extender el análisis toxicológico a todos los miembros de la policía. El propósito de esta medida es garantizar que cada oficial esté apto para portar un arma y tomar decisiones críticas en el ejercicio de sus funciones.
Esta medida preventiva busca asegurar que la fuerza policial mantenga su integridad y eficacia en la protección de la comunidad. El proceso de evaluación continua permitirá identificar y remediar problemas similares en el futuro, con la esperanza de restaurar la confianza pública en la fuerza de seguridad provincial.
El caso de Santiago del Estero pone de manifiesto la necesidad de rigurosos controles internos dentro de las instituciones de seguridad para evitar situaciones que puedan comprometer la seguridad y el bienestar de la sociedad. La resolución efectiva de este escándalo será crucial para restablecer la confianza en la policía y garantizar un servicio de seguridad libre de influencias externas perjudiciales.