El exmiembro de la Policía Federal Juan Carlos Alzugaray fue considerado culpable por los tormentos sufridos por Eduardo Porcel.
Apenas dos semanas después de haber comenzado, el pasado jueves finalizó en Salta el juicio “Porcel”, en el que fue condenado el exmiembro de la Policía Federal Juan Carlos Alzugaray a 5 años de prisión por los crímenes cometidos en enero de 1975 contra Eduardo Porcel, un joven militante político de la provincia.
El Tribunal Oral Federal 2 de Salta consideró crímenes de lesa humanidad los hechos cometidos antes del golpe de Estado y lo encontró culpable como autor material de las torturas sufridas por Porcel en la Delegación Salta de la Policía Federal, donde Alzugaray era Inspector. Sin embargo, los jueces Federico Santiago Díaz, María Alejandra Cataldi y Gabriela Catalano decidieron absolverlo por el delito de privación ilegal de la libertad por considerar que el principio de la duda.
Para el ex policía, el único acusado en este debate, esta fue su tercera condena por crímenes cometidos en el terrorismo de Estado, dos de ellas a prisión perpetua. A pesar de eso, el Tribunal decidió que se mantenga en libertad hasta que la sentencia quede firme.
Juicios por la Memoria en Salta
Porcel había comenzado a militar desde muy joven a partir de la participación política y gremial de otros miembros de su familia. Su padre, con quien comparte nombre, era un reconocido dirigente peronista y había sido funcionario del gobierno de Miguel Ragone. Tanto el padre como el hijo eran considerados por los organismos de inteligencia como “subversivos” o “extremistas” y eran blancos a perseguir por las fuerzas de seguridad. Antes de que lo fuera su hijo, Porcel padre ya había sido secuestrado en 1974 y luego enviado a una cárcel en Buenos Aires.
El joven fue detenido ilegalmente el 18 de enero de 1975 por integrantes de la Policía salteña en un retén sobre la ruta nacional N° 9, en el trayecto entre la ciudad de Salta y Tucumán. Fue llevado a la Central de Policía de la provincia y luego a la Delegación Salta de la Policía Federal, donde fue interrogado y torturado, en particular por Alzugaray.
Desde allí fue llevado primero al Penal de Villa Las Rosas y en abril al centro clandestino de detención “La Escuelita” de Famaillá, en Tucumán, donde fue sometido a distintos tipos de torturas. “No tengo idea por qué me trasladaron a Tucumán,donde estudiaba y era dirigente estudiantil, eso me salvó de que me maten ahí en Salta”, contó durante el debate.
Luego de estar un mes en ese CCD, fue derivado a la cárcel de Villa Urquiza y luego en un avión hacia la Patagonia junto a más de cien personas para quedar detenido en Rawson. Tras pasar por otras cárceles, recién en 1983 logró recuperar la libertad plena.
Además de su padre y él, su hermana Gladys también fue víctima del terrorismo de Estado: fue desaparecida en octubre de 1976 y sus restos fueron identificados en 2009 por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Otro juicio por crímenes de lesa humanidad en la provincia
A finales de julio también comenzó el proceso contra otros tres represores por crímenes de lesa humanidad cometidos antes de la última dictadura cívico-militar. Se trata del comisario Joaquin Guil y los exjefes militares Ernesto Repossi y Virtom Mendíaz, quienes deberán responder por su responsabilidad en el secuestro y asesinato del médico peronista Pedro Ureña.
El juicio que lleva adelante el Tribunal Oral federal 1 de Salta dio comienzo a sus debates el 31 de julio pasado. Este abarca los crímenes de los que fue víctima Ureña, quien fue secuestrado en su casa de Tartagal en la madrugada del 16 de diciembre de 1975 por un grupo de tareas comandado por personal del Regimiento de Infantería de Monte 28 de Tartagal.
Fuente: tiempoar.com.ar