En el libro "Francesas: Autopsia de un doble asesinato", Jean Charles Chatard volcó una minuciosa investigación periodística con años de revisión del expediente, testimonios y evidencias de lo que definió como "una maniobra meticulosamente orquestada desde el primer día para garantizar la impunidad de individuos presuntamente pertenecientes a élites sociales al servicio del poder de turno".
Tras el sobreseimiento que la Sala IV del Tribunal de Impugnación dictó para Santos Clemente Vera en el último día hábil judicial de 2024, el periodista francés Jean Charles Chatard compartió con El Tribuno sus impresiones sobre la controvertida resolución y el curso de la causa que se abrió en Salta, en septiembre de 2011, tras el asesinato de Cassandre Bouvier y Houria Moumni.
En el cierre de 2024, la Sala IV del Tribunal de Impugnación de Salta sobreseyó a Santos Clemente Vera por extinción de la acción penal, tras considerar que el largo proceso judicial seguido en su contra vulneró las garantías del plazo razonable. ¿Qué consideraciones le merece el fallo?
Estoy por supuesto satisfecho de que la pesadilla de la prisión haya llegado finalmente a su fin para Clemente y su familia. Pero en esta provincia feudal, corroída por ciertos personajes racistas, ver a un hombre pobre, morocho, obtener por fin su libertad definitiva, en caso de que no tenga prácticamente ninguna posibilidad de sobrevivir, es una auténtica victoria. Los magistrados explotaron a Clemente Vera durante años convirtiéndolo en un chivo expiatorio para encubrir a los verdaderos culpables del doble crimen de Cassandre y de Houria. Estos autores, delatados por su ADN, viven en total impunidad desde julio de 2011. Sin embargo, yo no puedo cerrar los ojos ante una decisión judicial realmente perversa e irresponsable. Este último fallo no reconoce la absolución de Clemente Vera tras el juicio de 2014. Atención: el sobreseimiento de Clemente no significa su absolución.
Los jueces del Tribunal de Impugnación eligieron no reconocer su inocencia a pesar de que no exista, los sabemos todos, ninguna prueba material, ningún testimonio en su contra. Es un verdadero escándalo, una vergüenza para la Justicia de Salta. Esta decisión se inscribe en la continuidad de un naufragio judicial iniciado durante el mandato de Juan Manuel Urtubey y que persiste hoy bajo el gobierno de Gustavo Sáenz. Para la Justicia de Salta, Clemente Vera no es inocente y no es culpable. Esta duda, mantenida deliberadamente, sirve ante todo a los intereses del fiscal y de los fiscales... Pedro García Castiella... Este señor, estos fiscales, están obsesionados con la idea de cerrar definitivamente un expediente explosivo que amenaza tanto al poder político como al poder judicial.
¿Cree que se busca cerrar el caso con un manto de impunidad y las puertas a un eventual reclamo indemnizatorio de Vera?
Este fallo cierra justamente la puerta a cualquier indemnización para Clemente Vera, que pasó 13 años tras las rejas por nada. Pero, peor aún, hay un mensaje claro y escalofriante, un visto bueno a los verdaderos autores de este doble crimen y a quienes tomaron riesgos insensatos para encubrirlos. Después de 13 años largos de cárcel injusta de Clemente Vera, señoras, señores, violadores, asesinos, magistrados, peritos judiciales, policías y políticos corruptos pueden finalmente dormir tranquilos con este fallo. Las investigaciones nunca se reabrirán.
La duda, cuidadosamente mantenida, seguirá pesando sobre la cabeza de Clemente Vera perpetuando una injusticia flagrante. Frente a una situación tan perversa y cínica yo creo realmente que es imperativo que los abogados de Clemente Vera apelen este fallo escandaloso. El reconocimiento definitivo de su inocencia es indispensable, no solo para limpiar su honor, sino también para permitir la reapertura de este expediente explosivo, porque solo la verdad podrá romper a omertá y hacer justicia a las víctimas.
A su entender, ¿quiénes serían los funcionarios y operadores del servicio de justicia que deberían responder por los desquicios que tuvo la investigación del asesinato de Cassandre Bouvier y Houria Moumni?
Ahora es evidente que la gestión judicial del caso Bouvier - Moumni ha sido una maniobra meticulosamente orquestada desde el primer día para garantizar la impunidad de individuos presuntamente pertenecientes a élites sociales al servicio del poder de turno. Conocemos perfectamente su identidad genética, su patrón genético. Estos culpables nunca fueron investigados, porque su protección asegura la continuidad política de quienes los encubren.
Desde hace dos semanas Jean Michel Bouvier posee una lista con 30 nombres de políticos, magistrados, policías y peritos oficiales. Algunos participaron activamente en encubrir este doble asesinato, mientras que otros hicieron todo lo posible para obstruir la verdad. Frente a esta flagrante injusticia, Bouvier está decidido muy claramente ahora y tiene la firme intención de presentar una denuncia contra esos 30 individuos, exponerlos y llevarlos ante los Tribunales de París y la Justicia Federal argentina. Yo creo que la verdad ya no será silenciada y cada uno deberá asumir plenamente sus responsabilidades.